Forma parte de la cultura de Zaraza la historia del burro Federico, que llegaría al pueblo mucho antes de 1986, cuando Rafael López Castro reseñó la semblanza del borrico en su obra «Tradiciones y Leyendas de Zaraza».
«Quien no lo vio que no lo crea, pero fue Federico un burrito libérrimo que deambulaba por las calles de Zaraza sin más oficio que alimentarse con hojas de papel, colillas de cigarrillos, hojas secas y, cuando se le presentaba la ocasión, con los juncos de los sudaderos que arrancaba a dentelladas a las enjalmas de los arreos procedentes de los campos vecinos», escribió López Castro en su libro, que forma parte de las colecciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
La historia fue interpretada en un merengue con letra y música del maestro Carlos Ramón Gómez, difundido por el Ministerio de Educación de Venezuela. En Zaraza, la canción se popularizó a través de los actos culturales de la Coral Zaraza.
Gervasio tenía un burrito
que lo llamaban Federico,
a quien los demás borricos
siempre le huían,
porque el burro Federico
de ser más burro presumía.
Federico, letra y música de Carlos Ramón Gómez. Letra completa
«Federico por las noches era dueño y señor de la Plaza Páez, en ese tiempo un cuadrilátero sin cerca de lo que por acá llamamos ‘peladero’, donde no permitía que los estudiantes fueran a molestar o perturbar su tranquilidad y mucho menos a disputarle su jefatura», agrega López Castro.