A los 17 años, a Pedro Castro (hijo) le dieron una oportunidad en la radio. Desde entonces, su voz no ha pasado desapercibida.

Todo sucedió un viernes, mientras trabajaba como operador técnico en Radio Zaraza 1280 AM, en los tiempos en los que la radio era el único medio de comunicación entre el pueblo y el campo (si es que no sigue siendo). Pero en aquel entonces, la gente iba a la sede de la emisora y entregaba un recado al locutor de guardia con la esperanza de que lo escucharan en casa: «señora Rosa, su hijo le manda a decir que ya está en el pueblo, que no se preocupe».

Y ese día, el locutor de guardia no se presentó a trabajar.

“Yo tomé la libertad y dije ‘esto es fácil’, y leí el mensaje que llegó”, recuerda. Pero en el fondo sabía que su astucia podría traerle consecuencias.

“Me llamó el productor de la radio en ese momento, que era José Luis Fonseca, y me dijo que el lunes teníamos que hablar. Yo pensé que me iba a botar”.

La conversación de ese lunes en Radio Zaraza, al contrario, le cambió la vida.

— “Carajito, te voy a dar una oportunidad, tienes la voz muy bien”, le dijo Fonseca.

Ese mismo día se le asignó su primera cuña. “Y de ahí me enamoré más de la locución que lo de operador”, reconoce Castro.

De mezclador a locutor

La Quinta Puerto Arturo le trae todo tipo de recuerdos a Pedro. Fue en la sede de la primera emisora de radio de Zaraza donde comenzó su camino en este mundo, a los 14 años.

Apenas era estudiante de secundaria en el colegio Ana Mayo Torrealba, cuando ya empezaba a aprender de la radiodifusión, mezclando discos y sirviendo de operador técnico para programas memorables como “La guarura zaraceña”, con Luis Solórzano Ferrer y los inolvidables espacios del profesor Pedro Hernández Acosta, entre ellos “Estudio 1”.

“Poder mezclar música, llegar a personas, era una sensación que sentías en las manos, de colocar los discos, era toda una fábrica para darle forma a una programación”, recuerda al poner en retrospectiva la evolución de la radio.

“La radio antes era más emocionante”, concluye.

Rompiendo paradigmas

Pedro puede decir que ha vivido todos los cambios de la radio: de la AM a la FM, de los recados a las llamadas, luego los mensajes de texto, WhatsApp y las redes sociales. De los discos a las pistas.

Cuando trabajaba para Zeta 105.5 FM, la radio hermana de Radio Zaraza 1280 AM, pasaron muchas de estas cosas.

La radio para entonces se apagaba a las nueve de la noche. Pero eso cambió, y Pedro lo experimentó.

“Había un paradigma de que a partir de las 9 de la noche nadie escuchaba la radio. Nosotros pudimos desarrollar un programa que se llamaba ‘Noctámbulos’, que era de 10 p.m. a la medianoche. Y fue un boom”, dice.

“Fue un momento juvenil muy interesante, tocando temas tabú para ese momento”. Los oyentes llamaban para opinar desde teléfonos CANTV, porque para entonces no había celulares.

Y así pasaron los años. La voz de Pedro era cada vez más conocida en los caseríos y en los distintos sectores. Y como si nada llegó el gran momento de la radio de Zaraza, de la mano de la imaginación del profesor Hernández Acosta: “Súper Cráneos”, que más que un programa de competencia educativa, fue un antes y un después de la radio en el pueblo.

“Súper Cráneos nos dio muchísimas satisfacciones. Para mi fue un antes y un después”, rememora el locutor que se encargó de la conducción junto a Raquel Martínez, desde el año 2000.

En 2008, Pedro, junto a otros zaraceños, fundó Alazana 92.9 FM, una de las diez emisoras en frecuencia modulada de Zaraza. Actualmente es el conductor del programa «Las diez grandes del folclor», que se transmite a través de doce emisoras en el estado Guárico.

Para el futuro, Pedro aspira que más talentos zaraceños se formen para hacer radio en Zaraza. “No podemos ver la radio como un hobby, sino como una profesión”, concluye.