La tarde de aquel domingo 10 de enero de 2010 pasó a la historia contemporánea de Zaraza. Fue ese día cuando se desalojaron todos los puestos de comida rápida que se encontraban en la calle Comercio, frente a la plaza el Médano. El lugar fue conocido durante muchos años como la “calle del hambre”.
Lo que hubo ese día fue trifulca, griterías y consignas comunes.
Al alcalde Freddy Alí Gómez se le metió entre ceja y ceja a finales de 2009 “recuperar los espacios de la Plaza el Médano”, objetivo que logró algún tiempo después. El proyecto incluía la reubicación de todos los puestos de comida rápida de los alrededores de la plaza: los carros oxidados, sin cauchos ni remolques que se estancaron en la bienaventuranza de la venta de comida sin pagar alquiler, luz ni agua.
Todo eso cambió ese 10 de enero. Meses atrás los propietarios fueron advertidos.
La “tierra prometida” era, para ellos, un abuso, un atropello, una escupida y una cachetada en sus mejillas. Serían reubicados en el terminal de pasajeros de Zaraza, en la avenida Andrés Eloy Blanco, cerca de la PTJ. Argumentaban que nadie iría tan lejos a comerse un perro caliente. Juraban que quebrarían, que si los atracos, que si el polvo…
Contra su voluntad, fueron mudados al terminal de pasajeros, por los camiones de la alcaldía. Un pasillo largo de cemento los esperaba.
En este video grabado por Infozaraza en 2010 se puede revivir el momento.
La rebelión
Los propietarios estaban bravos. Nunca dejaron de gritar. Prepararon su mejor gañote para defender sus puestos, sus derechos y sus trabajos.
Se intentó realizar una asamblea en las instalaciones del Hotel Atenas, ubicado frente a la plaza, pero de ahí no salió nada. De repente se alborotaron todos. Cada quien halaba hacia su pellejo. Se formó lo que todos conocemos como zafarrancho. Exigían la presencia del alcalde, quien no aparecía por ningún lado.
─“Freddy Alí nos tiene mieeeeeeedo. Ese es un cobaaaaaaaarde!, gritaba desde arriba de una silla una señora.
En las afueras del hotel, en el lugar de los sucesos, los comerciantes hicieron una cadena humana y comenzaron a cantar -o gritar- el Himno Nacional. Pocas veces en Zaraza se había suscitado una protesta de este espesor.
Llegó por el que gritaban
Freddy Alí llegó apurado. Se montó en una camioneta para dar su discurso. Los manifestantes, que ya estaban hartos de cantar el Himno Nacional, corrieron enseguida hasta donde estaba el alcalde. Segundos después, la camioneta estaba rodeada de gente. Gente con perolas y pancartas, carteles y banderas.
─ “Estoy ofreciendo al pueblo de Zaraza, el rescate de la plaza el Médano, y todo eso se va hacer progresivamente para que el pueblo tenga su centro de economía informal y su plaza bonita”, le gritó el alcalde al micrófono.
La multitud coreaba “mentira, mentira, mentira. Y eso se repetía al infinito.
─“O se van, o se van, la paciencia tiene su límite”, remarcó la máxima autoridad del municipio. Esta vez nadie replicó.
La reubicación
Después de la reunión con el alcalde las cosas no fueron tan fáciles. Algunos se colocaron en las esquinas de sus toldos impidiendo que los policías procedieran a desarmarlos. La hija del dueño de uno de los puestos lloraba gritado: “¡Papáaaaaaa, ¡y ahora qué vamos a hacer!”. Otros, más adelante, volvieron a entonar el Himno Nacional. Las consignas se escuchaban cada vez más: “el pueblo unido jamás será vencido”, “queremos trabajar”…
Al final, poco a poco, fueron cediendo todos. La procesión detrás de los toldos y remolques iba desde la plaza El Médano hasta el terminal de pasajeros, la tierra prometida.
Hoy día, ya no tienen carros oxidados. El gobierno municipal construyó unos cómodos locales donde estas personas atienden a cientos de zaraceños que día a día van a la nueva calle del hambre, en el terminal de pasajeros. Más nunca pegó aquel excesivo olor a orín en la plaza El Médano, hoy parque El Médano, donde hay columpios, ruedas y plantas florales.
Con información de artículo original publicado por Jorge Agobian en Infozaraza, en 2013.